Más que un balón en juego
Los petrodólares por encima de todo
Qatar 2022 se avecina. Ya están definidas las selecciones que jugarán la justa, los estadios e incluso algunos comerciales promocionales circulan ya en los medios. Todo esto a un mes y días de que se dé el primer silbatazo inicial en el estadio Al Khor con el partido entre el equipo anfitrión y Ecuador.
Sin embargo, este mundial será muy diferente a todos los demás. Primeramente, se tuvo que mover la fecha de inicio a invierno cuando estábamos acostumbrados a tener mundial en verano debido al excesivo calor que hace durante estas fechas en el país árabe. Con este cambio, prácticamente todos los calendarios de todas las ligas del mundo tuvieron que modificar sus fechas, para así poder liberar a los jugadores algunas semanas antes de lo acostumbrado.
Dichos cambios en los itinerarios, obligaron a las federaciones a dar menos periodos de descanso entre partidos. Esto se ha traducido en las últimas semanas con múltiples jugadores lesionados debido a la sobrecarga de partidos. Algunas estrellas como Kanté, Reece James, Georginio Wijnaldum y Diego Carlos se perderán el mundial porque no se alcanzarán a recuperar. Otros más como Pogba, Sané, Richarlison, Dybala y Alexander-Arnold entre muchos otros están en duda y en constante observación.
La construcción de los nuevos estadios también ha sido un escándalo. El diario The Guardian cifró en 6.500 el número muertes de trabajadores, quienes han estado laborando desde 2010 cuando se anunció que Qatar sería el anfitrión. Las deplorables condiciones que van desde largas jornadas, el excesivo calor, medidas de seguridad cuestionables, pocos días de descanso, además de la prohibición para los trabajadores extranjeros para salir del país mientras trabajan y los bajos salarios con retraso que reciben los trabajadores, son solo algunas cuestiones que dejan entrever los horrores y enormes abusos por parte del país anfitrión.
Por si esto fuera poco, en materia de derechos humanos, el estado árabe es un país “atrasado” en muchas cuestiones y creencias debido a la religión islámica que predomina allí. No es un secreto la severa discriminación a la mujer que aún persiste en estas tierras. Su libertad se ve mermada diariamente. Tienen que pedir permiso para diversas actividades como casarse, estudiar y viajar en el extranjero, firmar contratos, salir de la casa y recibir servicios de salud sexual. No obstante, para el divorcio hay muchísimas trabas y en caso de concretarse, la ley no permite que ellas tengan custodia total de los hijos.
Para la comunidad LGBTQ, Qatar es uno de los peores países para visitar. Aquí, la homosexualidad está prohibida y es penada por la ley con hasta siete años de cárcel. Sin embargo, para la copa mundial, se ha reiterado por diversas autoridades que el país acogerá a la comunidad, pero que no consiente las muestras de afecto debido a sus principios conservadores y recomienda la abstención de las mismas.
Igualmente, la total libertad de expresión también se ve afectada dentro del país. No se puede contradecir al gobierno como tal. En caso que alguna información se considere así, las sanciones tienen un rango desde los 25,000 dólares hasta 5 años en prisión.
Pero aquí viene la cuestión, si en Qatar existen todos estos problemas, ¿por qué la FIFA decidió darle la sede a Qatar? Sencillamente por el interés económico. Al ser una nación con tantos recursos económicos debido a su gran actividad petrolera, los árabes trazaron un plan con instalaciones de calidad superior a otros países. Incluso a la propuesta se unió Zinedine Zidane, estrella internacional de futbol y la Federación Española junto con los principales sponsors de Real Madrid y Barcelona.
Para su mala suerte, algunos funcionarios de la FIFA fueron acusados de corrupción al recibir pagos que rondaban los 3.7 millones de euros. Pero luego de una investigación de 2 años fueron absueltos de todos los cargos.
Sin duda este mundial tan polémico quedará para la historia no solo por lo hecho dentro de la cancha sino por todo lo que ha acontecido fuera de ella y eso que los partidos aún no han comenzado.
Mauricio Hernández Sarvide
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