El Club de Los Peces Fumadores.
Jesús García Jardín.
El Club de Los Peces Fumadores.
La literatura como moda en la actualidad
Como lector entusiasta muchas veces me hago preguntas como, “¿el leer está sobrevalorado?”, “¿existe literatura mala, o ya el simple hecho de leer cualquier cosa aporta algún aprendizaje valioso en nosotros?”.
Es un hecho que la literatura ha estado sumamente arraigada en nuestras sociedades. Todos hemos escuchado que el leer es importante para el ser humano, y todos hemos visto cómo la literatura, la clásica sobre todo, ha dejado en muchas personas una gran huella.
El Don Quijote de la Mancha, Crimen y castigo, Madame Bovary, Al faro, Ulises y Rayuela son unas de tantas obras que han repercutido de gran manera en lo social tanto en lo cultural.
Todos los libros mencionados no sólo nos cuentan una historia con un inicio, desarrollo y desenlace. Estas obras están llenas de filosofía, psicología, arte, historia… En fin, muchísima cultura que está a nuestra disposición. Y claro, todo esto es gracias a los autores, personas que tuvieron un alto nivel intelectual y un gran bagaje de conocimientos. Obviamente acompañado de un gran talento narrativo.
¿A qué voy con esto? Bueno, hoy en día existe una moda con la literatura, lamentablemente superficial. Los jóvenes leen por ser “cool” o dárselas de interesante y cultos. Y el problema en sí no es la moda, si no lo que leen. Y ojo, es necesario decir que en la actualidad existen escritores que valen mucho la pena; muchos talentos jóvenes. Hoy en día se sigue creando excelente literatura. No voy a caer en la tonta admiración al pasado.
No obstante, esta moda hace caso omiso a la buena literatura. Sólo leen obras sin ningún valor literario, frívolas y totalmente precoces, en donde se repite la misma historia una y otra vez, totalmente vacías. E incluso a veces sin mucho que ofrecer en lo gramático, quedando cortas en este aspecto.
Y sí, estos libros se venden mucho, son un éxito. Sin embargo, eso no es sinónimo de calidad. En el contexto actual sólo se compra, se consume por consumir, y la literatura ya está pasando por ello.
Claro, cada uno lee lo que quiere, lo que le gusta sin importar si es bueno o no. Parafraseando a Borges, hay que leer por placer, con lo cual estoy de acuerdo.
Empero, toda esta cultura genera todavía más la falta de criterio, la falta de un aprendizaje importante. Porque incluso una buena historia de amor y erotismo como la ya mencionada Madame Bovary del gran Flaubert, aporta muchísimo en la cultura de las personas. Es que se puede escribir de lo que sea. Lo importante es cómo.
Y no quiero caer en el terreno de lo simple y lo complejo, porque una gran obra no es necesario que sea compleja para ser buena. Incluso, en la literatura es difícil llegar a un nivel de sencillez. Verbigracia tenemos a Jorge Luis Borges, un escritor cuya narrativa no es la más compleja (a simple vista). Pero a pesar de ello, muy pocos pueden llegar a escribir como el argentino, porque se requiere un amplio dominio del lenguaje para alcanzar su nivel.
Dejemos de perseguir el puro entretenimiento superficial, efímero y precoz, eso no sólo ha afectado a la literatura, sino también al cine y a otras disciplinas de índole artístico. Bueno sin mencionar la falta de interés que existe ante la filosofía, sociología y política.
Actualmente leer no es sinónimo de saber, de tener cultura, sino una moda sin sentido alguno.
No importa si lees mucho, sino lo que lees y cómo lees. Calidad y no cantidad. Criterio y no entretenimiento balurdo y hueco.
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