¿SOY UNA ESPONJA EMOCIONAL?

 

Más que un síndrome yo le llamaría un tipo de personalidad. Esto consiste en ser una persona muy sensible que absorbe involuntariamente el dolor, la tristeza, la angustia y demás emociones de las otras personas. Es decir que llevamos la empatía en un nivel tan extremo que nos afecta y sufrimos mucho, digo sufrimos porque yo tengo esta personalidad.

La psiquiatra Judith Orloff, llegó a describir a estas personas como aquellas que asumen los sentimientos de otras. En el caso de los sentimientos buenos, asimilándolos y floreciendo. En el caso contrario, pudiéndoles llevar a la depresión y a la fatiga física

La psiquiatra, escribió en su libro una serie de preguntas que podíamos hacernos a nosotros mismos para reconocer si lo somos:

·         ¿Si un amigo está angustiado me llego a sentir así?

·         ¿Cómo excesivamente para sobrellevar el estrés emocional que siento?

·         ¿Me gusta estar solo/a?

·         ¿Me agobia estar en sitios con exceso de gente?

·         ¿Las personas de mí alrededor dicen que soy demasiado sensible?

Si la mayor parte de estas cuestiones ha sido respondida con un sí, entonces es posible que seas una persona esponja.

Las características más relevantes que nos preceden son las siguientes: Ser muy empáticos, es decir que tenemos la capacidad de sentir lo que siente otra persona, somos muy reflexivos, todo absolutamente todo lo cuestionamos, somos intuitivos, altamente sensibles, somos perfeccionistas, somos fácil de agobiarnos, entre otras. Y mira no es malo tener este tipo de personalidad, después de todo la empatía es una habilidad que todos las personas deberíamos de poseer ya que nos permite conectar y ser capaces de comprender sentimientos ajenos y yo creo que eso es algo que a muchas personas les falta, pero cuando nos damos cuenta que estamos absorbiendo los problemas y sufrimientos de otras personas y nos está afectando de forma negativa a nuestras emociones es el momento de hacernos frente y poner soluciones:

1. Busca personas positivas

2. Aléjate de las personas tóxicas

3. Pon límites

Lo importante es que puedas filtrar, entender y abrazar lo que estás sintiendo y cómo te pueden afectar las emociones de otras personas. Entiende lo que te ocurre y establece soluciones para hacerle frente lo antes posible para que no pueda afectarte negativamente. Ser sensible no es malo, pero debes aprender a trabajar en ello siempre que lo necesites y puedas sentirte mejor contigo mismo.

Fotografía vía: Instagram

Autor: Yuliana Mera

Twitter: Merayuli1

Instagram: yuuli.mera


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