¿QUÉ QUIERES SER CUANDO SEAS GRANDE?
¿Qué quieres ser cuando seas grande?
Desde muy chicos nos preguntan a qué nos queremos dedicar
cuando seamos adultos, o la pregunta más usual, ¿qué queremos hacer cuando
crezcamos?, cuando realmente es una pregunta con demasiado peso.
Cuando somos niños lo único que nos importa es jugar,
divertirnos; jugamos a qué somos, imitamos nuestro entorno, a nuestros padres y
lo que hacen, a lo que hace nuestro personaje favorito, a ser bombero,
superhéroe, doctora, chef, etc., una infinidad de escenarios en donde
intentamos probar de todo, o por lo menos hasta donde nos es posible.
Qué pasa en la mayoría de las veces; lamentablemente nos
vemos sujetos a qué cuando nos convertimos en “adultos”, en mayores de edad, la
realidad nos azota, nos dicen ser lo suficientemente maduros para enfrentarnos
a esa pregunta, de la que ya no es posible contestar con un sueño, sino con
“los pies sobre la tierra”, pues, de ello depende nuestro futuro, nuestro
camino al éxito, el fruto de nuestros estudios, estudios de los que se han
encargado nuestros padres o tutores de ofrecernos, por lo que es ahora de compensarlo.
El hecho de soñar desde pequeños, de querer dedicarnos a
algo, no está muy lejos de lograr hacerlo o cumplirlo cuando nos adentramos aún
más a la sociedad, sin embargo, no es nada sencillo pasar por arriba de todas
esas críticas, en las que se dicen que eso no lo estudies porque te morirás de
hambre; eso no es lo que acordamos; eso es solo un sueño y los sueños no se
hacen realidad; quién te dijo que eres especial como para estudiar o hacer eso;
o no eres lo suficientemente bueno para eso, etc.
Hay que darnos cuenta de que cada uno es dueño de sí mismo, y que cada uno puede adentrarse a lo que más le gusta o le interesa. Es verdad que la decisión es difícil, más si nos vemos envueltos en una sociedad en la que nada es estable, en la que en ocasiones es por la que decidimos si dedicarnos a eso o no, si eso me dará el suficiente ingreso, prestigio, etc., por ello hay que conocer realmente lo que deseamos, tener nuestros objetivos claros, y de ahí, pese a lo que nos dediquemos, proponernos a dar lo mejor de nosotros mismos y obtener nuestro propio éxito y por el que soñamos alcanzar, no por el que nos dicten que debemos tener y al que debemos llegar.
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