¿LA PRESIÓN JUSTIFICA EL CONSUMO? CONSECUENCIAS DE PRESIÓN ESCOLAR.
Existe un tema que ha sido señalado en múltiples ocasiones por la sociedad y hoy en día es una realidad innegable la cual no podemos deslindar de la comunidad estudiantil universitaria, se trata del consumo de drogas en los estudiantes que están pasando por la etapa de formación superior.
Debido al ritmo de vida tan agobiante y la gran
presión a la que se les somete son propensos a sufrir estrés y ansiedad, estos
dos trastornos tan populares en los últimos días abundan en las universidades.
No obstante
el rango de edad donde el consumo de cigarros, alcohol y drogas se vuelve un
problema latente al que se suma problemas personales, la combinación del abuso
de estas sustancias junto con estrés y ansiedad puede convertirse en un problema
perjudicial para la salud y la vida académica de los jóvenes colegiales.
Por otra parte, el fácil acceso y la variedad de drogas que
rondan incluso dentro de las aulas facilitan el consumo. Al respecto opino que
este problema lejos de disminuir apunta a seguir en aumento, ya que después de una semana tan cargada de trabajo,
es común querer aprovechar el fin de semana para irse de fiesta y consumir
alcohol, relajarse un poco, olvidarse de los días pasados y convivir.
En lo que a mí respecta esto se vuelve un problema
cuando el estudiante lo ve como una válvula de escape a la que acude cada vez
que se siente presionado, llegando a depender de estas drogas para sentirse un
poco más tranquilo; también me gustaría mencionar que en algunas carreras el
consumo aumenta ya que el ingerir ciertas sustancias activa la creatividad y aparenta
darnos una ventaja para hacer proyectos escolares.
A su vez es bien sabido que las drogas afectan a la
concentración y degradan la vida de las células que ayudan al aprendizaje y
siendo un estudiante es de suma importancia cuidar estos aspectos para un
óptimo desarrollo académico.
Además tengo la sensación de que este consumo se ha
incrementado de un tiempo para acá, después de todo no podemos olvidar que
venimos de una contingencia sanitaria que nos mantuvo encerrados durante un
buen periodo de tiempo, donde estábamos aislados de las personas y los compañeros
de clase; muchos solo nos conocíamos de forma virtual, entonces cuando volvemos
a socializar de forma presencial se podría decir que se volvió más fácil poder
consumir incluso solo para hacer más interesante la convivencia.

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