El Universo Borges. El escritor perfecto
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| Jesús García Jardín |
Es imposible no reconocer el trabajo literario de Jorge Luis Borges y todo el universo que, a través de su insondable conocimiento, genio y talento, construyó.
Al abrir cualquiera de sus libros un mundo maravilloso brilla ante nuestros ojos. Poco son los escritores que pueden dentro de una narrativa abordar temas como el tiempo, la muerte y la infinidad del universo como lo hacía Borges. Además, funde la fantasía con la historia, historia que manipula a la perfección: Anglosajones, batallas épicas, duelos de navaja, conquistas, mitología, traiciones, hazañas. Y todo esto con un manejo impresionante de la gramática y el lenguaje.
Como un ajedrecista, mueve cada pieza, cada signo con gran sabiduría y meditada intención. Nada falta, nada sobra y sin embargo, todo está ahí.
Creó un universo paradójico, con senderos que bifurcan en diferentes infinitos, con realidades dentro realidades y variables destinos.
Destino, esa hermosa palabra con la que el argentino nos enseñó que no solamente puede existir uno, sino dos. Podemos vivir como cobardes y morir con valentía al mismo tiempo y en una misma realidad.
Al tomar la pluma no solamente se convertía en un escritor, también en un gran pensador y filósofo.
Jorge Luis y su obra se convirtieron en ese Aleph que contiene el todo, el universo; el laberíntico universo de Borges.
Por estas razones, el nacido en Buenos Aires, es para nosotros no solo el escritor que marcó un antes y un después en la narrativa universal, sino también el escritor perfecto. ¡Gracias maestro!
Borges, aquel que en el espejo observó el
reflejo de todos los hombres.
Borges, el hombre que sin luz en los ojos
observó incluso lo que está más allá del todo.
Borges, perseguido y perseguidor de sí mismo.
Borges, creador de laberintos de los cuales no
pudo salir.
Él, el que modificó el Sahara con sus manos.



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