EL BOOM LATINOAMERICANO: EL GRAN MOVIMIENTO LITERARIO DE LATINOAMÉRICA.
Cuando hablamos de literatura, siempre mencionamos los mismos autores: Shakespeare, Dickens, Kafka, Dostoievski, Poe. Como también se suele mencionar algunas generaciones de escritores, como lo es “la generación perdida”, que dejaron una gran huella en la historia de la literatura.
Nosotros, como latinos, hemos leído y estudiado con admiración a los escritores norteamericanos y los clásicos europeos. Sin embargo, nuestro continente y nuestra literatura no se queda atrás..
Las primeras grandes evidencias de genialidad en nuestra literatura la encontramos en la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz, José Martí y Rubén Darío. Tampoco podemos dejar a un lado aquel movimiento odiado por unos y amado por otros como lo es el criollismo. Este último fue uno de los estilos literarios más importantes de nuestra historia.
Con las vanguardias narrativas procedentes de occidente y de Norteamérica, el criollismo pierde cierta popularidad y aparece una nueva generación de escritores, todos ellos proponiendo una narrativa diferente, pero con un aire de modernidad, de novedad. A estos escritores se les englobó como “el boom latinoamericano” (lo que generó cierto disgusto por el anglicismo empleado).
Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes fueron los autores que recibieron mayor atención. Estos innovadores literatos a través de sus cuentos fantásticos, sus críticas políticas e icónicas novelas hicieron visible la presencia de la literatura latinoamericana.
No obstante, muchos intentan desprestigiar este movimiento como uno puramente editorial, con un sólo interés de por medio: el dinero. Pero esto, además de falso, carece de apreciación artística. Estamos hablando de escritores que tienen un lugar en la literatura universal, que fueron influencias de tantos jóvenes y que marcaron un antes y un después en la narrativa. Lo que sí podemos admitir es que este movimiento dejó en la sombra a otros escritores, cuyas obras se quedaron un poco en el olvido. José Donosio, escritor chileno, perteneció al Boom, pero su nombre no resaltó lo suficiente. Pasó lo mismo con su compatriota Isabel Allende y la mexicana Elena Garro. Esta última fue una de las figuras más importantes del realismo mágico y apenas hoy en día su nombre está tomando cada vez más fuerza.
A pesar de lo mencionado, tenemos que reconocer al boom latinoamericano como lo que es, uno de los mayores sucesos de nuestra historia cultural moderna.
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