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Conviviendo con la ansiedad

Por Kristal Guerrero Pérez

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Desde siempre, la sociedad se ha enfrentado con el problema de la ansiedad, aunque, a comparación de antes, ahora es más conocida y es más vista en nosotros los jóvenes, quiénes reflejamos con más facilidad nuestros problemas y colapsos.

Muchas veces hemos escuchado decir a las autoridades “No sean exagerados” o “En mis tiempos eso no existía”; ciertamente, años atrás no había tanta sobrepoblación, por lo que a su vez no había mucha demanda de trabajos, competitividad o presión social, lo que permitía que no fuera tan común padecerla a una temprana edad, sin embargo, ahora nosotros los jóvenes debemos destacar en lo que hacemos y debemos de ser mucho mejores que otros, lo que causa que la ansiedad aumente aún más.

Convivir con la ansiedad es más complicado de lo que parece, en momentos podemos estar conformes con lo que hemos logrado, orgullosos de nuestros progresos, pero dentro de la mente habita una voz que suprime todo lo bueno, comienzas a cuestionar tus habilidades; te comparas; te haces sentir muy inferior; tu respiración comienza a ser muy rápida y los pensamientos más negativos nublan tus objetivos. En un instante tu mente se apodera de ti.

Y sí, entender que vivimos en una sociedad complicada, con problemas de ansiedad, es difícil, debemos aceptar que es un estado con el que solemos convivir repentinamente, pero no debería ser con la que habitamos a diario, ya que se convierte en un problema más grande. Aprender a manejar la ansiedad es importante y más siendo jóvenes. Convivir con la ansiedad es normal, pero que habite en ti, es un problema.

Es difícil pensar que la ansiedad puede llegar a desatar muchos problemas, tanto mentales y además físicos, lo que es aún más problemático, pero, lamentablemente, es con lo que hemos tenido que aprender a convivir.