Adultos que fingen ser Adultos
Adultos que fingen ser Adultos
La muerte como igual
Esta semana quiero hablar de un tema triste pero habitual y natural al mismo tiempo.
Desde niños, la muerte no es un tema del que nos expliquen nuestros padres, por lo menos a los mexicanos no. La muerte es un tema más práctico, porque hasta que lo vivimos en carne propia lo intentamos entender.
Una cruel y vil acción del destino, que nos quita a las personas en cualquier momento, sin avisos.
Para los niños se vuelve tan difícil la resignación o el entendimiento que pueden sufrir trastornos, aislamiento, traumas o inestabilidad mental; pero cuando eres adulto y no has experimentado estas sensaciones, pero cuando lo vives, buscas tanto un significado o una razón y sientes tanto dolor, que incluso me atrevería a decir que es más dolorosa una muerte para un adulto que para un niño, porque cuando eres adulto sueles cuestionarte más las razones de la muerte, pero está no tiene ninguna explicación.
En Un Mundo Feliz, por ejemplo, a los niños se les dan clases sobre la muerte, apuntando a que la muerte no debe ser sufrida, al contrario, debe ser recibida como algo bueno, un buen descanso después de una vida llena de trabajo y felicidad, ya que ellos podían vivir de forma normal por sus avanzados estudios medicinales, la muerte era algo rápido, sin dolor y normalizado. Los niños al ver la muerte, no le temen, incluso conviven con las personas que están a punto de morir y los cuerpos después de la muerte no son enterrados o incinerados, sino que en la misma sociedad se les daba uso una vez más, para el bien común.
Tal vez si cambiamos la forma en la que vemos la muerte, deje de ser una preocupación constante en la gente; pero hoy en día las crueles formas de asesinatos, feminicidios, suicidios y homicidios, solo son usadas para tenerle un mayor temor a la muerte, solo nos queda la resignación.
Autor: Sara Gabriela Castañeda Ahuatzin
Facebook: Sara Castañeda
Twitter: sara_bourbaki
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